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"Teresa de Calcuta"

(Fabrizio Costa, 2003)

COMENTARIO

 

   Esta película narra la historia real de una iniciada de nuestro tiempo. Siempre que accedo a la vida de un gran iniciado espiritual (ya sea a través de un libro o de una película), experimento la sensación de haber sido regalada con un privilegio. Así me ocurrió con Gandhi, Yoga­nanda, Lead­beater, Lutero y Blavatsky entre otros. Hay una riqueza especial que recibes cuando la historia a la que accedes es la de personas que existieron (y existen) de verdad, porque transmiten al tiempo que su sabiduría y experiencias, la certeza de que uno mismo puede alcanzar las alturas espirituales que ellos alcanzaron. Así, sus vidas además de ser modelos a imitar, son también puertas que abren posi­bi­lidades a ser realizadas por otros. Si ellos lo consiguieron, por qué no va a ser posible para otros. Además, en este caso se suma el hecho de que todo esto ocurrió “prácticamente ayer”, y eso supone un acercamiento añadido.

 

BANDA SONORA: (Pulsar play)    Teresa de Calcuta

  Madre Theresa Theme

  

 


   En general la historia está muy bien contada teniendo en cuenta que son muchos años a ser sintetizados en muy poco tiempo; así que eso, unido al gran interés que sentimos por su vida, hace que podamos quedar muy satisfechos. Sin embargo, se echa en falta algunas cosas, en especial que reflejara más el pensamiento de Teresa de Calcuta. Ella tiene escritos fantásticos que hablan de una personalidad aún más profunda, e incluso entusiasta, que la que se observa en la película; hasta el punto en que algunos aspectos algo “mártires” del film podrían entrar en contradicción. Recordando la otra versión filmada que tenemos de la vida de Teresa de Calcuta, yo diría que una síntesis de ambas películas daría una visión más completa de su vida. Habría sido fantástico que se viera algo de su vida de pequeña y de antes de llegar a la India, por ejem­plo.

   En cuanto a la Madre Teresa, admiro muchos aspectos de su carácter. Uno de los que más destaca es la fuerza, la determinación con la que emprende cualquier cosa que debe llevar a cabo. Lo que pasa es que la película no refleja suficientemente de don-de proviene esa determinación, la cual es una profunda conexión interna con su Maestro, Jesús. Eviden­temente se trata de una discípula avanzada pues ella lleva a cabo la encomienda del Maestro Jesús con toda la determinación que necesita incluso a pesar de la oposición de la propia iglesia. Es de destacar también que a pesar de dicha oposición Teresa se mantuviese dentro de la iglesia, sosteniendo el voto de obediencia. No abandonó pero sin embargo llevó adelante su tarea. Por eso también se ve que detrás de ella, de su labor, está la mano del Maestro. Se ve cómo se solucio­nan las dificultades, los obstáculos que incluso le coloca la propia iglesia; cómo termina siendo apro­ba­da su idea, la tarea que quiere llevar a cabo, a pesar de que al principio no quieren respal­darla. En definitiva se nota que hay una asistencia detrás de lo que ella hace; que Teresa es la cara externa de un gran Plan. A pesar de las muchas oposiciones, muchas cosas salían bien. Se nota que ella estaba con la razón y todo se iba arreglando. Yo diría que fue una gran metafísica.

 

   Debía tener una confianza absoluta en la provisión, en la providencia. Ella se lanzó prácticamente sin nada, a ver qué hacía, sin recursos de ningún tipo (en apariencia claro). Cuando había que comprar un local, simplemente se conseguía. Si había que devolver el dinero (el caso de la fami­lia que quiso blanquear a través de ella), pues se hacía, Dios seguiría proveyendo. También cuando ella disuelve la organización, da a entender que tiene esa confianza absoluta en la Provisión Divina. No hay que temer, no hay que prepararlo todo demasiado, porque Dios se encarga. Alimen­taban a miles de personas: la cantidad sorprende. Esa persona delgadita y de apariencia débil era capaz de movilizar recursos para que miles tuviesen una vida más digna. Con razón dicen los Maestros que una sola persona, con Dios, puede salvar a una ciudad. Ella es la prueba.

 

   Es de destacar de su vida el entusiasmo y la alegría, tal y como se observa en la escena en la que insta a sus discípulas a servir expresando esta cualidad: 

 

   «Sonreír es nuestro primer acto de amor.» 

  «No olvidéis nunca la alegría en vuestros corazones y en vuestros ojos. Un verdadero cristiano lleva la alegría allí donde vaya.»

 

   La alegría era importante para ella. Si bien Teresa veía el dolor y el sufrimiento, al mismo tiempo hablaba mucho de la dignidad del ser humano, de la capacidad humana para superar cualquier dificultad. Ella es capaz de expresar que puede ver al Ser Divino, al “hombre dorado” detrás del cuerpo y precisamente por eso puede atender a ese cuerpo esté como esté.

 

   Es sorprendente con qué rapidez aparecieron los discípulos. Es como lo que pasaba con Lutero, en cuanto el enviado surgió adelante con el plan, todo lo demás comenzó a aparecer casi como de repente. Era una necesidad que estaba ya a punto de recibir respuesta y ella fue la cara externa que hizo que se manifestase. Rápidamente surgieron personas que querían sumarse a su plan y además quizás de donde menos podría ella haberlo esperado, de la propia escuela en la que enseñaba.

 

   Es de destacar el papel de la secretaria americana que va ayudarla. Es sorprendente lo rápido que la organización se extendió, cómo llegó a otros países con rapidez. Da a entender que se trataba de algo más grande que la propia Teresa y que otros muchos formaban parte de dicho plan, como es el caso de dicha secretaria, que a pesar de sus dificultades tuvo un papel que representar dentro de este proyecto, en su propio país.

 

   Por supuesto lo que más destaca de Teresa es su Amor incondicional, pero más que nada como Servicio. Teresa ejemplifica esta cualidad, el Servicio, que es Amor en Acción. Ella es el modelo, más cercano quizás de ese amor en acción. Gandhi era más político; en el caso de Teresa, la política no le atraía mucho, era más de acción y de hecho los temas políticos y organizativos los delegaba en otras personas, y también se resistía, como lo hacía con respecto a los aspectos burocráticos de la organización, que ni siquiera quería formar, hasta el punto en que cuando se formó terminó disol­viéndola. Quizás se daba cuenta de que en las organizaciones se pierde mucho tiempo y energía en aspectos poco útiles para la labor. A veces la burocracia nos pierde y ella veía que allí, la urgencia era otra cosa. Como modelo de servicio, su capacidad de amor no se queda en sentimen­ta­lismos, ni en proyectos, sino al contrario, en obras directas y personalizadas.

 

   Es muy dulce la forma en que saluda cuando coge la cara de la persona que tiene frente a sí con sus dos manos y le dirige esa linda mirada. Da la impresión de que quiere mirar más allá. Es un gesto muy maternal, es como una pequeña madre divina y como tal su carácter es maternal, cuidar, proteger. Con toda razón la llaman Madre.

 

   También me gusta mucho su visión práctica. El conocimiento es fundamental pero primero hay que cubrir las necesidades básicas. Luego había que educar y por eso empezaba con los niños. Fue muy versátil: al mismo tiempo que ayudaba a alguien a morir, enseñaba a los niños porque sabía que ellos serían la solución del futuro.

   Llama la atención la admiración que despertaba en otras personas a pesar incluso de oponérsele, quizás porque de alguna forma intuían esa fuerza y luz interna que la guiaba. Por otro lado, fue ejemplar la forma en que enfrentó la oposición de los propios hindúes a su ayuda. Resulta algo difícil de asimilar el tratar de ayudar a alguien, recibir el rechazo de esa ayuda y aún así seguir queriendo ayudarle. Hace pensar en los Maestros Ascendidos, que llevan muchísimo tiempo asistiéndonos anónimamente incluso a pesar de que somos ignorantes de ello, y más aún de que no queremos muchas veces dicha ayuda, y de cuando ya la conocemos la rechazamos, olvidamos o la negamos. Esa capacidad de Teresa indica que tiene una claridad mental extraordinaria. Yo diría un gran discernimiento gracias al cual puede traspasar la apariencia externa (esa oposición) para ver la verdad de que la ayuda debe llegarle. Ese discernimiento se manifiesta en ser capaz de ver la necesidad, a pesar de que se niegue o esconda dicha necesidad, y en saber cómo dar respuesta a la misma, sin duda también por esa guía interior. Ligado a esto creo que también tenía mucho sentido común, por ejemplo cuando van a derrumbar el muro y saca a la gente de enfrente para que no se dañen a pesar de que iban a tumbar la obras. 

 

   Por cierto, fue muy interesante la respuesta del que se oponía cuando le dice a sus compañeros que cuando sus propias mujeres hiciesen lo que ella, entonces la echaría. Por sus frutos los conoceréis: se dio cuenta de que no importaba su religión, sino que sus obras demostraban quién era ella.

 

   También de esta escena, es curioso que el lugar donde ella ayudaba a los moribundos fuera anteriormente un Templo a Kali. Me parece que no sólo tenía la asistencia del “Dios Cristiano”, sino también de los “Dioses hindúes”. Ella dice «Solo soy un lápiz en las manos de Dios, pero es Él quien escribe.»

 

  Teresa también era una persona valiente, por supuesto. Sin esa valentía no se habría lanzado a un mundo desconocido, porque así era para ella a pesar de que vivía allí. Es de admirar que abandonara la seguridad de ese “claustro” para irse a esas calles y sin experiencia aventurarse a ver cómo podría ayudar. Me recuerda un poco a Gautama que estaba resguardado en su palacio (ella en su colegio), y que cuando fue consciente de la existencia del dolor que existía por fuera de aquellos muros, se fue en busca de una solución. En ese sentido también era muy atrevida porque parece que no es que estuviese especialmente prepa­ra­da. Fue preparándose a medida que fue ayudando, aprendiendo nociones de medicina, de arquitec­tu­ra, o de lo que le fuese haciendo falta.

 

   Admiro la valentía y fuerza no sólo para llevar adelante la tarea, sino incluso cuando no salía adelante, para mantenerse sin frustrarse ni desalentarse. Todo eso no sería posible si no le moviese un ideal y si no se sintieses con certeza en compañía de los Maestros, de la Jerarquía. Eso también es otro detalle que la delata como una discípula.

 

   El hábito que escogió también habla de ella. Su diseño y colores hablan de sencillez, de pureza de motivación y al tiempo de claridad y fuerza en su determinación.

 

   También he pensado que quizás tenga algo que ver que fuese una occidental quien ofreciese esa ayuda a la India. Quizás forme parte del plan de la Jerarquía de que aspectos de occidente se introduzcan en oriente y a la inversa. En esta ocasión creo que el hecho de que Teresa de Calcuta fue una occidental trabajando en la India, fue importante en la apertura de la mentalidad hindú al pensamiento occidental.

 

   Las situaciones que tuvo que haber enfrentado tuvieron que ser muy fuertes debido las condiciones sociales de la India. En este sentido la película ha sido delicada, diría yo. Quizás no podemos tomar conciencia de lo que de verdad implicó la labor de Teresa, porque no es algo que hizo un día, ni un año, sino que trabajó y trabajó durante muchos años, sin abandonar, sin desalentarse. Creo que en este hecho está la verdadera fortaleza. No las situaciones duras en sí mismas, sino que el paso del tiempo no te lleve a bajar el entusiasmo y a abandonar, sino a continuar y continuar.

 

   La escena en que muere la niña enfatiza el carácter maternal de Teresa. Es un momento de crisis, pero sin embargo siguió adelante.

 

   Supongo que para que esta persistencia sea posible es importante el equilibrio: tiempo de trabajo, tiempo de oración. Hay que cuidarse porque si no dejas de ser útil para la tarea. En este sentido me gustó cómo la Madre Teresa alentaba en sus discípulas la necesidad de mantener la conexión interna para no perder ni la energía ni el entusiasmo necesarios.

 

   En la escena en que se va una de sus discípulas, me conmovió el desprendimiento con que la Madre Teresa la deja ir, sin juicio ni acusación, sólo con su deseo de que se cuidase y su comprensión de que no tuviese fuerzas para seguir.

 

   En cuanto a la ciudad que Teresa quería construir, "La Ciudad de la Paz", es curioso pero muchos grandes sabios han tenido una visión de este tipo, como La Nueva Atlántica de Francis Bacon (Saint Germain), Utopía de Thomas Moro (El Morya) o La República de Platón. Es un distintivo de las grandes almas. Se puede hacer una ciudad perfecta, se puede construir un mundo maravilloso. Ellos tienen una Visión del Ideal. Extraen esa Visión y la quieren manifestar, y es de Perfección, nunca de lo contrario.

 

   Teresa de Calcuta no tuvo vida privada. Toda su vida fue totalmente dedicada a la misión. Es una persona absolutamente volcada, regalada a los demás. Por eso no puedo evitar pensar que no sería extraño que hoy sea una Maestra Ascendida.

 

(Comentado por Fela Galván)